jueves, 13 de marzo de 2014

LITERATURA HISTORIA

LITERATURA HISTÓRICA.

Según György Lukács, toma por propósito principal ofrecer una visión verosímil de una época histórica preferiblemente lejana, de forma que aparezca una cosmovisión realista e incluso costumbrista de su sistema de valores y creencias. En este tipo de novelas han de utilizarse hechos verídicos aunque los personajes principales sean inventados.
Al contrario que la novela pseudohistórica del siglo XVIII, de fin meramente moralizante, la novela histórica exige del autor una gran preparación documental y erudita, ya que de lo contrario ésta pasaría a ser otra cosa, una novela de aventuras, subgénero en la que la historia se convierte solamente en un pretexto para la acción, como sucede, por ejemplo, en la mayor parte de las novelas de Alexandre Dumas padre. Por el otro extremo se llega también a desnaturalizar el género con lo que se llama historia novelada, en la que los hechos históricos predominan claramente sobre los hechos inventados, que es lo que ocurre por ejemplo con Hernán Pérez del Pulgar, el de las Hazañas, presunta novela histórica de Francisco Martínez de la Rosa.

-Los 5.000 ahogados de Granada


Veinticinco galeras partieron del puerto de Málaga con destino a Orán rumbo a uno de los naufragios más terribles que se recuerdan. La preparación del viaje debió durar días, tal vez semanas. El trayecto apenas unas horas en las que el mar se fue enrareciendo, volviéndose más oscuro hasta apoderarse de una blancura que desató la tragedia. El 19 de octubre de 1562, un fuerte viento forzó a las galeras a refugiarse en la bahía de La Herradura (Granada). Un nuevo cambio inesperado en el mar convirtió el lugar en una tumba de sal para cerca de 5.000 hombres. La fuerza del oleaje llevó las embarcaciones hacia las rocas y fueron chocando unas con otras hasta irse a pique. “Fue un naufragio del que poco se sabe, pese a que fallecieron casi 5.000 personas”, explica el escritor Andrés Cárdenas (Bailén, 1954), que acaba de publicar Luna de octubre en la editorial Port Royal, una novela inspirada en la tragedia de la que se cumplen 450 años.

El motivo por el que apenas existen datos sobre lo ocurrido fue el secretismo con el que fue tratado el asunto desde un primer momento. “Felipe II lo ocultó. No quería que los espías de los turcos y berberiscos que había en la Corte se enteraran de que España se había quedado prácticamente sin flota en el Mediterráneo”, explica Cárdenas. A este hecho se unió que pocos años después sucedió el desastre de la Armada Invencible, que acaparó toda la atención de los historiadores. Pese a ello, un antiguo poema de Antonio Moyano relata la tragedia e incluso Miguel de Cervantes la menciona en el Quijote.

La novela tiene otras reivindicaciones, como la autoría de El Lazarillo de Tormes. “Fue obra de Diego Hurtado de Mendoza y se publicó como anónima porque no podía firmarla al ser diplomático y por miedo a la Santa Inquisición”, asegura Cárdenas, que manifiesta de este modo su apoyo a una de las teorías que con los años han ido tomando más fuerza sobre la autoría del popular libro.

El empeño de Cárdenas con su novela ha sido el de “rescatar un trozo de la historia” que ha quedado sepultado por el tiempo, como si jamás hubiera sucedido. Resulta sorprendente el desconocimiento de una tragedia marítima tan enorme, mucho más si se tiene en cuenta que en el hundimiento del Titanic fallecieron 1.500 personas, lo que forjó una leyenda inmensa. “Los 5.000 muertos de La Herradura como poco merecen ser recordados”, asegura Cárdenas, que recomienda un trabajo de María del Carmen Calero, catedrática de Historia de la Universidad de Granada, en el que se da buena cuenta de lo sucedido aquel día. “Me he basado en gran parte en sus investigaciones para hilar una historia en la que no faltan las pasiones, la venganza y el amor. El protagonista es un muchacho que logró sobrevivir y al que le suceden muchas peripecias relacionadas con el tiempo en el que vivió”.

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