En la vida real no importa lo inverosímil que sea un hecho —la coincidencia de que William Shakespeare y Miguel de Cervantes murieran en la misma fecha del año 1616, o de que a un hombre le alcance un rayo cinco veces si ese hecho ha sucedido, nadie se plantea si podría haber ocurrido o no. Nuestra credulidad no se ve puesta a prueba hasta el punto de que dejemos de vivir en este mundo y vayamos a buscar otro más convincente. Por eso Dios puede trabajar con las coincidencias más enrevesadas, las intrigas más rocambolescas y dramáticas paradojas de lo más perversas, sin pararse nunca a pensar si su público le comprará la idea o no. Un escritor no cuenta con ese lujo.
Aqui quiere decir que el mundo esta muy mal, pero el puede hacer un milagro para que eso no ocura mas y hacer el milagro y asi paro poder ver que el si existe.
Trata sobre un tema de familia que nunca tendriamos que reñir por muy mal que nos llevemos siempre se puede llegar a un acuerdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario